miércoles, octubre 31, 2007

Sexualidad, Igualdad: Trascender el sometimiento

“El infierno de los vivos no es algo que será, ya hay uno y existe aquí mismo: Lo creamos todos los días al estar juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo: La primera es fácil para muchos, y consiste en volverse parte de él hasta no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y cuidado: Consiste en ver lo que, en medio del infierno no es infierno y hacerlo durar y darle espacio”

- Italo calvino, Las Ciudades Invisibles-

No es una novedad en la juerga psicoanalítica o sexológica la idea de la represión como factor neuroitizante o conflictivo en la causa de los displaceres o los malestares de la sociedad contemporánea, como tampoco es nueva la alteranacia antropológica de “Sexualidadades emergentes”, y el llamado constante, por ejemplo de diversas teorías sexológicas a una “Des-represión”. Sin embargo, el placer de dadas sexualidades emergentes en las sociedades no han garantizado la viabilidad de estas y el fin de la represión de dicha sexualidad, en donde algunas eras parecen condenar ciertas cosas y aprobar otras según su ideosincracia y su construcción simbólica, en donde hasta nuestros días, este “Conflicto de informaciones sexuales” se perdura y se agudiza, en el momento de escritura de estas líneas. Un abordaje histórico posible lo realizó Carl Gustav Jung, en su conferencia, ya en 1924, quisás muy matizado por la perspectiva de aquella época, pero que ya reflejaba la conciencia de lo psicosocial en los tipos sexuales como algo instituyente de las relaciones de la polis de mensajes psicológicos:

“ Tampoco aquí, no obstante ha llegado a sus límites la palabra amor y se quiere decir con ello el acto sexual en todos sus grados: Desde la cohabitación conyugal oficialmente autorizada hasta la mera descarga fisiológica que lleva al varón a buscar prostitutas, o al mero negocio en que estas convierten o se ven forzadas a convertir, el amor. Se habla de pederastía, palabra con que se alude al tipo de homosexualidad que ha perdido desde los tiempos de la Grecia Clásica el brillo de una institución social y pedagógica, y únicamente arrastra una existencia miserable, amenazada por le miedo en forma de una llamada perversión en lo referente a los varones. En cambio, en los países anglosajones la Homosexualidad Femenina parece significar últimamnte algo más que poesía sáfica, ya que de algún modo sirve de corriente subterránea impulsora de la idea de la organización social y política de las mujeres, igual que seguramente, el surgimiento de la polis griega debe un importante apoyo a la Homosexualidad Masculina”(1)

Pensar la sexualidad exclusivamente en términos de represión-liberalización conduce a un problema insoluble por sí solo, que ha de ser abordado de modo dialéctico: El contenido represivo y punitivo del propio actuar sexual, tanto de la sexualidad instituidad como de las formas instituyentes de de esa sexualidad, aunque sea en un número reducido de personas. En esta ejemplificación, podemos hablar del placer producido o simulado por la degradación, en un articulo que se puede ver en páginas no especializadas y a fon de cuentas de interés general en la Internet:

“ El masoquismo es la excitación sexual como consecuencia del sufrimiento propio, bien sea por dolor físico, humillación o malos tratos. El placer sexual obtenido al sufrir dominancia y humillación es muy antiguo, ya Aristóteles suplicaba a Filis, una mujer pública, que le utilizase como caballo y golpeara sus nalgas”(2)

De la misma forma que las instituciones de la Homosexualidad han modelado la sociedad, se podría hacer un análisis de la prevalencia del sadomasoquismo en sociedades que igualmente han exaltado históricamente el sufrimiento, la desigualdad y la represión. No en vano es clásica la frase: “Los pueblos tienen el gobierno que se merecen”. Podemos ver las guerras en un imperativo aparentemente “relativista” que sin emabrago ha perpetuado un “Conmigo o contra mí”, esencia de un fundamentalismo concretado en el fascismo de no poder lograr unos objetivos aparentemente demasiado concretos aunque no necesariamente igual de trascendentes, a saber, la supremacía económica, la venganza racial, el clasismo y el nacionalismo como expresiones de violencia. No es la pretensión de este escrito hacer una disyuntiva entre “Perversión” y “Manifestación de la Diversidad Sexual (David Barrios Martínez) acudiendo a las divisiones clásicas de las escuelas de sexología o psicoanálisis y su concepción de la patología, sino más bien atenerme al fenómeno en cuestión e idear sobre el contexto social que lo produce, por lo cual me atendré a la segunda denominación considerando que más que juzgar una función de la propia energía sexual, me limitare a decir que hay actos y consecuencias tanto al nivel de las personas como al nivel de las culturas.

“Estas conductas sexuales han sido a menudo, y sobre todo en el pasado, tachadas de desviaciones sexuales, aberraciones e incluso enmarcadas dentro de las patologías como ‘perversión demasiado alejada de lo normal’. Sin embargo, la desinhibición sexual, ha sacado a la luz el hecho de que este tipo de conductas sexuales, forman parte de la vida sexual de muchas personas que no sufren ningún tipo de patología.”(3)

De nuevo señalo: Aquí no me interesa evaluar la sanidad o patología generales de una persona en cuestión, que se antoja como algo multifactorial, sin embargo, al margen de decir “a favor” o “en contra” es mi deber intelectual dentro de una ética consustancial planetearme la pregunta de la relación entre la conducta sadomasoquista, no solo como juego remitido al terreno del encuentro de parejas, sino como parte del imaginario social y la idea de la represión y la opresión de la sexualidad que causa el tan amplimente denuenciado displacer, así como la desigualdad de acceso al bienestar figurada enh uno u otro reporte. Así, la sociedad regulada en lo sexual da síntomas de una corriente emergente que evoluciona, de la orientación que toman sus individuos desde el soma que representa la biología fundante de las pulsaciones o del actuar libidinal. Tiene fundamento biológico como emocional: Pongamos en el organismo cierta producción sensorial y tendremos una producción correpondiente, que afectará a los modos de relación.

Jung en su frase estableció un paralelismo histórico entre las civilizaciones y ciertas variantes, ciertos conductos particulares de la energía sexual, teniendo esta alteridad un carácter creador de cultura, lo que se extiende no solo a la orientación “Consumada” que tanto debate levanta en occidente como la actuación “Circunstancial” que adopta gran diversidad de funciones en las sociedades, tanto en el brillo de algún ritual de iniciación, toda clase de instituciones aceptadas como el matrimonio heterosexual en el judeo-catolicismo como en distintos grados de lo implícito o de la clandestinidad.

La institución en relación con lo biológico busca principios y valores que lo afiansen en la producción de la cultura y los modos de vida de la civilización. Así, tal vez en el malestar de la civilización, en lo que es toamdo como “resignación invitable” hay una búsqueda de sensaciones que quisás no sea en el fondo la crueldad misma, sino solamente la integración de la violencia impuesta dentro de nosotros mismos. Por ello, la degradación humana, el sufrimiento humano puede ser, simplemnte, otro objeto de placer arraigado en la sociedad.

Veamos las causas de las guerras: La acumulación de poder se vuelve hasta cierto punto absurda frente al dominio económico de los propios autores de la guerra como para perpetuar la desigualdad intrínseca a la discriminación en la cual se basan los clanes, las sociedades, las “fidelidades”. Mientras se esté ligado a “amos” a clanes, y sólo se conciba ese orden dentro de sí mismo, el placer será reactivo, será defensivo y por ende surgirá el displacer. La desigualdad de condiciones, de fuerzas, es un hecho en la cultura. Un camino de intentar la des-represión es el sadomasoquismo. Este camino es el camino de dominar, de tener poder sobre el otro. Otro camino es la cooperación, el juego. Es estar abierto, cultivar la parte innata. Es una parte infantil. La sexualidad infantil, como formación es un profundo bastión al que recurre la cultura en sí, lo que de un modo u otro da “placer renovado” a los espectadores.

Pues no es más ni menos que la nacencia, el estado más o menos indiferenciado de la conciencia y el proceso de descubrimiento del mundo, si decir con esto que debería ser idealizado. Si queremos poner un punto de reto, a las sexualidades negadas, necesitaríamos ver a aquella pederastía que se da como asidero policiaco en las sociedades actuales. Las relaciones entre niños y adultos que implican placer y algún grado de erotismo son un reto para la cultura, para aquello que nos mueve culturalmente. En este caso, si nos damos cuenta de que la división, la sumisión es patente en el sadomasoquismo arraigado en la sociedad. Sistemas excluyentes, Pobreza, Marginación, Soledad….el sadomasoquismo está arraigado en el infierno social. Así, que valiéndome del ejemplo para las relaciónes como para las innovaciones en la cultura pueden orientarse a la confianza o pueden orientarse a la división y a la dominación.

Así, David Barrios distingue:


“Frecuentemente, al enterarnos de los impactantes crímenes como son la prostitución infantil, la industria pornográfica en que se utiliza a menores de edad, los abusos sexuales hacia infantes y diversos delitos conexos, casi ineluctablemente asociamos todo ello con la paidofilia y dentro de ella, a sujetos enfermos, corrompidos, inmorales y socialmente nocivos.

Sería ocioso negar que existen individuos psicópatas, con severas alteraciones conductuales o con enfermedades mentales orgánicas que constituyen la clientela de las redes criminales internacionales de pornografía y prostitución infantil, más no hay elementos que nos permiten afirmar que, en ausencia de alteración mental, los principales consumidores sean verdaderamente paidófilos.

Así como un bibliófilo inveterado no destruye sino que lee y cuida sus libros, una persona genuinamente paidófila procurará el bienestar del menor y no el inferirle algún daño.” (4)

Creo, que muchas veces está mesclada la dominación, que genera la exclusión y el sufrimiento, en las relaciones heterosexuales como en las homosexuales y en las paidófilas. Eso me lleva a una visualización no del placer por amarres u otras como conducta, sino del fetiche de la dominación, el cual reproduce lo represivo de la cultura. Mientras no haya canales de expresión genuina de la personalidad en una relación con las personas en inminente formación, estaremos promoviendo la represión auque esta venga en nombre de la libertad y la des-represión. En concreto, me declaro culpable si mi delito es oponerme al sadismo, venga este de una persona heterosexual o de una paidófila. Mi hipótesis es que mientras no haya una procuración de un universo fructífero de experiencias, habrá en mayor o menor medida un cierto sadismo por omisión. Construir cultura de la relación, de la aceptación es un imperativo ético para quien quiera conocerse a sí mismo y para quien pertenezca a una minoría o a una mayoría oprimida de un modo u otro. El juego, la música, la diversión, los modos de conversar por lo tanto pueden ser mayores armas que los carteles que anuncian la bondad o la maldad de tal o cual orientación, de tal o cual partido.

Los modos de relacionarse con el mundo son la mejor protección que podemos brindar a nuestros niños, y de ella deriva una des-represión de lo sexual que ni siquiera es exclusivamente sexual. De allí la sanidad de éstos, cuando reconocen a la vida y la igualdad dentro de la vida.

2 Comments:

At 5:36 p.m., Blogger pllsstll said...

Pacha:

gracias por este espacio

dejaré más cometarios cuando pueda hacerlo, por ahora recibe mis felicitaciones. Sabe que tus palabras trazan caminos de posibilidad futura.

saludos.

 
At 2:56 p.m., Blogger acuario said...

Pues aquí está, espero desde este momento ser más regular en los mensajes y va ha haber varias cosas que he reflexionado más. Gracias por pasear por acá.

 

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